miércoles, 13 de julio de 2011

“Son los gorilas”


“Son los gorilas”. Así definían en mi casa peronista cuando era niño a los que no entendían al enorme movimiento de masas que acompañó el proyecto de Perón. Ser gorila era y es no entender las aspiraciones de las mayorías, subestimar sus elecciones. Ser gorila era y es llamarse popular cuando ganás e insultar a los ganadores cuando perdés.
Ayer Fito Paez terminó un proceso que comenzó en los 90 cuando pasó de ser un poeta a un mercachifle de cuarta. Dejó de ser para siempre y sin retorno un artista popular. Sin embargo no hay que subestimar sus comentarios y menos la decisión editorial  de Página 12 (con el guiño del Ministerio del Interior, claro está) de darle su histórica contratapa (que supo cobijar a grandes letras contemporáneas) para que se exprese.
Todos los que tenemos compañeros de trabajo, amigos y familiares K sabemos cuán nerviosos se ponen ante cualquier tipo de comentario “opositor”. El ministro Fernández, gran lector del estado de ánimo de su tropa, siempre tiene alguna palabra para caldear los ánimos a favor de sus intereses. Ese es su trabajo. Como lo fue el de Corach en su momento. El vocero del poder real.
Lo de Fito es más grave. Pues se trata de una agresión realizada por un artista y propiciada contra una mayoría a favor de una minoría. Sus injustas y torpes palabras y la publicación en un diario oficial son un claro avance de la intolerancia que sufrimos todos los críticos del gobierno nacional. Y cuando esto pasa hay que temer. Prepararse. Nada es casualidad. No quiero utilizar terminología de manual pero me veo obligado a decir que esto huele a fascismo.
A Fito le duele que la mitad de los porteños voten a Macri, no puede entenderlo. A mi también me duele, pero lo entiendo.
Sin embargo me duele mucho más ver que gente cercana, que quiero y respeto, votó a Filmus.
Me duele y me preocupa esa ceguera que niega lo más evidente de la tragedia en que se está transformando este gobierno. Me duele y me preocupa pero los entiendo.
De mi ex militancia política en un partido marxista leninista he aprendido tan solo un manojo de cosas. La más importante es: Nunca subestimar a las masas, NUNCA! Es obligación de un militante progresista entender a sus pueblos y buscar la unidad.
El comentario del músico encierra un profundo caudal reaccionario que, por ahora, solo por ahora, el kirchnerismo larga a cuenta gotas. Es reaccionario porque defiende privilegios, no busca la unidad, subestima, oculta, opera a favor de lo establecido, divide en falsas antinomias…
En las elecciones presidenciales Cristina va a ganar por un amplio margen. Sería un error irrecuperable que los opositores acusemos a quienes la votaron de: ser cómplices del asesinato de Ferrerira y la desaparición de López y Arruga, de la destrucción del medio ambiente en mano de las mineras, del millonario negocio de trata de blanca con sede en Santa Cruz, de las inhumanas jornadas de trabajo en las grandes fábricas, del saqueo de los recursos, de las represiones a los docentes, de la miseria y el hambre del tercio de la población más pobre, de la mafia de los medicamentos, del bastardeo del nombre de los luchadores de los 70 para hacerse con un negocio inmobiliario, de lavar la cara a la burocracia sindical anti obrera, de que el “Delfín” de Cristina en la CGT sea un ex agente de los servicios que durante la dictadura vendió a sus compañeros, de la fortuna amasada por todos los dirigentes nacionales K, del aniquilamiento de los Quom, del impuesto a las ganancias en los sueldo de los trabajadores, del narcotráfico, etc…
Pero no. No voy a insultarlos por votar a un gobierno enemigo del pueblo. No voy a acusarlos de cómplices. Por más que me duela. No los insulto porque los entiendo. Entiendo a mi pueblo.

domingo, 10 de julio de 2011

UN ALUMNO REPETIDOR, A SU mAESTRA


YO,
 No te importo
                de verdad.
No sabés cómo pienso.
                Me dejaste esperando.
Ni el derecho
                tuve de saber mi resultado.
Aislado me tomaron.
Ni me ayudaste
                de verdad.
Yo sabía, yo entiendo.
                Vos no
                porque
No sabés.
No estudiás,
                No estudiás.
No me conocés
                mi particularidad.
No te importo.
                De verdad.
Temblé pensando lo peor.
                No me conoces.
Querés que REPITA
                No me conocés,
                No me conocés,
                No me conocés.
Me muero de tristeza,
                esto pasó otras veces
También.
                Igual
Vos no sos de acá,
                no te importó.
Vos no trabajás,
                hacés que.
Hoy voy a llorar.
                ¿Sentís culpa?
No lo hagas.
No me conocés.
                No trabajás.
Me marcás.
                Me hacés mal.
No me importa.
                Otras cosas también me van mal.
No te importa,
no sabés cómo aprendo,
horas pasaron sin que sepas.
                ¿Para qué me hicieron ir?
Querés que REPITA
No me conocés.
                               Vos tampoco estudiaste
                               para conocerme.
No me conocés,
No me conocés,
No me conocés,
No te importo de verdad de verdad no te importo
                No llorés
Que soy
Yo tu dolor.
Hacés mal tu trabajo

Ingeniería Revolucionaria

         Cuando hagamos la revolución concentramos la mayoría de los recursos educativos en una nueva carrera que llamaremos Ingeniería Revo...