miércoles, 20 de septiembre de 2017

Ingeniería Revolucionaria

        Cuando hagamos la revolución concentramos la mayoría de los recursos educativos en una nueva carrera que llamaremos Ingeniería Revolucionaria. Convenceremos y persuadiremos a los jóvenes a que sigan esos estudios. Pues nos propondremos dominar totalmente la naturaleza, el tiempo y las distancias. 

El Ingeniero Revolucionario será un profesional formado completo. En un sentido tan exacto del término que antes de la revolución hubiera resultado inimaginable. 

Al orientar los recursos hacia el objetivo de formar Ingenieros Revolucionarios todas las escuelas medias serán transformadas en técnicas. La totalidad de la población poseerá formación en ciencias duras y su correspondiente vínculo dialéctico con el taller. 

Tendremos músicos, pintores, escritores, deportistas capaces de resolver situaciones de mantenimiento inevitables en viviendas y lugares de trabajo. Además la experiencia del taller y la formación matemática y físico química nos dará una base de entendimiento que hará más fácil la imposición humana sobre la naturaleza y la definitiva derrota del pensamiento mágico. 

Nacida la nueva sociedad, y encaminada la Ingeniería Revolucionaria como urgente prioridad educativa, la primera institución que tenderá a desaparecer será la escuela primaria. El mismo nombre de la escuela lleva impuesto su sello de vencimiento. Pues no era primaria por "primera", sino por "primordial". Y lo primordial, para el nuevo universo que se abrirá, será ser Ingeniero. 

Los primeros años de escuela serán reemplazados por una institución que coordine a muchísimas otras: La Didáctica. Con los conocimientos didácticos alcanzados al inicio del proceso revolucionario y la enorme diversidad de opciones de actividades que hoy ya existen será suficiente. Se sumarán, con el devenir de la transformación de los medios de producción, novedosas experiencias y fuerzas liberadas por la revolución. Sobre la cumbre de la ciencia didáctica heredada de la escuela nueva y el constructivismo se elevarán nuevos logros en las condiciones para enseñar y aprender.

Se tratará de instancias laicas, democráticas, participativas, científicas, estéticas, éticas, afectivas, técnicas, en movimiento y en contacto con la naturaleza. Con esto será reemplazada la escuela primaria. Al llegar a la adolescencia todos los seres humanos contarán con un enorme contenido de cultura general que se basará en el conocimiento y la valoración de los logros de la humanidad. Poseerán conceptualizaciones y habilidades matemáticas algebraicas nivel experto; conocimientos de análisis de sistemas, programación y un ingreso avanzado a la abstracción del espacio. Tendrán una enorme experiencia en las posibilidades de su cuerpo; tiempos, distancias, recursos. Habrán iniciado la construcción de criterios estéticos propios y colectivos. Construirán aptitudes para el debate y la crítica. Conocerán el valor de la palabra publicada.

Un entramado gigantesco de actividades. Impensable para la escuela actual.


jueves, 17 de abril de 2014

Confieso que he leído en "Cien años de soledad" de Gabriel García Márquez


«Cuando me muera, quemen mercurio durante tres días en mi cuarto.» Arcadio se lo cantó a José Arcadio Buendía, y éste trató de obtener una información más explícita, pero sólo consiguió una respuesta: «He alcanzado la inmortalidad.» Cuando la respiración de Melquíades empezó a oler, Arcadio lo llevó a bañarse al río los jueves en la mañana. Pareció mejorar. Se desnudaba y se metía en el agua junto con las muchachos, y su misterioso sentido de orientación le permitía eludir los sitios profundos y peligrosos. «Somos del agua», dijo en cierta ocasión. Así pasó mucho tiempo sin que nadie lo viera en la casa, salvo la noche en que hizo un conmovedor esfuerzo por componer la pianola, y cuando iba al río con Arcadio llevando bajo el brazo la totuma y la bola de jabón de corozo envueltas en una toalla. Un jueves, antes de que lo llamaran para ir al río, Aureliano le oyó decir: «He muerto de fiebre en los médanos de Singapur.» Ese día se metió en el agua par un mal camino y no lo encontraron hasta la mañana siguiente, varios kilómetros más abajo, varado en un recodo luminoso y con un gallinazo solitario parado en el vientre. Contra las escandalizadas protestas de Úrsula, que lo lloró con más dolor que a su propio padre, José Arcadio Buendía se opuso a que lo enterraran. «Es inmortal -dijo- y él mismo reveló la fórmula de la resurrección.»

martes, 7 de enero de 2014

Confieso que he leído En "El amigo de Baudelaire", de Andrés Rivera; confieso que he leído.

Baudelaire se enderezó en su silla, me miró, tomó vino y volvió a tomar vino, y su voz áspera, no rápida, no fulgurante, vibró, gruesa, con el vino y se hizo lenta, y Baudelaire, lo recuerdo, madame Cabarrús, cerró los ojos, y dijo:

La burguesía se apoderó del control económico, político y moral y social de Francia, de Inglaterra y de los Estados Unidos y de buena parte de Europa. Y decretó la inutilidad de la poesía. Y los poetas no tenemos alternativas. Podemos aspirar, aquí, a un limbo pequeño e higiénico: ser los escribas de un banquero. O se nos sospechará de enemigos del orden y la propiedad,  como a los obreros socialistas, lo cual es excesivo desde donde sea que se lo mire. En verdad, la burguesía siempre es excesiva.

martes, 9 de julio de 2013

El Verdugo en el Umbral

lunes, 15 de abril de 2013

Proyecto Barcos


Al comienzo del año de trabajo nos propusimos diseñar un dispositivo didáctico que nos permitiera relacionar las áreas de Prácticas del Lenguaje y Ciencias Sociales.

Un proyecto que lleve a los niños a hacer sucesivas aproximaciones y reelaboraciones acerca del vínculo que existe entre la palabra oral y escrita (literatura, textos informativos, leyendas, etc.) y la vida de las sociedades. Y, a su vez, en ese recorrido ejercer prácticas del lenguaje y avanzar en los contenidos del área de las ciencias sociales.

Es así que encontramos en la palabra barco (y en los barcos) un punto de encuentro excepcional. Cargado de significado para la etapa histórica que corresponde a la creación de los Estados nacionales y el mercado global, y la prolífera producción literaria contemporánea de esta etapa.

Conrad, Poe, Dickens, Stevenson, Doyle, Salgari, Verne, Twain y muchos otros escriben sus historias en un momento excepcional de la historia: es la expansión de la burguesía por el planeta. La carrera por conquistar el mercado mundial (creado por la gran industria sobre la preparación que brindó el descubrimiento de América) lleva a las naciones más poderosas a lanzar a sus flotas a recorrer los mares, conquistar tierras, establecer colonias, comerciar y producir con una intensidad que no se compara con ningún otro momento de la historia de la humanidad.

En cada obra literaria de estos autores pueden encontrarse marcas características del auge de la modernidad: ciudades industriales, nativos dominados bajo el yugo de las armas de fuego, la política y la religión foráneas, grandes empresas, excepcionales emprendedores, científicos, navegantes, guerras. Encontramos también un subproducto de situaciones que son parte infalible en las historias con barcos: naufragios, islas con tesoros, barcos hundidos, piratas, conspiraciones, mapas misteriosos, polizontes, supervivientes, islas exóticas, descubrimientos, escasez de recursos, historias de amor entre personajes de distintas clases sociales, etcétera.

En ese contexto es donde los barcos juegan un papel vital. Las “construcciones ahuecadas que pueden flotar y transportar personas” existen desde hace miles de años. Vikingos, egipcios, chinos, coreanos, griegos, romanos y americanos utilizaron barcos con propósitos comerciales y bélicos durante la Antigüedad y la Edad Media. Pero es en la modernidad, con la llegada de la gran industria, la ciencia y el renacimiento cuando los barcos cobran una importancia trascendental. Se construyen naves de dimensiones y tecnologías nunca antes pensadas y se realizan viajes que surcan el planeta entero. En los barcos viaja la nueva era y sus objetivos son: descubrir, conocer, conquistar, producir, comerciar.

Los barcos llevan en sus tripulaciones una síntesis de las sociedades modernas: los marineros que trabajan para que el viaje sea posible, el religioso para “exportar” a Dios a los nativos, el naturalista para inventariar las “nuevas” especies exóticas y agregarlas cuanto antes a la enciclopedia, un jurista para imponer hasta en la última isla la libertad de trabajo y la propiedad privada, un ejército para aplacar rebeldes y dirimir con rivales directos, un empresario emprendedor y una bodega llena de mercancía.

Muchas obras literarias creadas en esos días se han transformado en verdaderos clásicos conocidos y valorados socialmente.

El Proyecto Barcos nos permitirá acceder a ellas a la vez que vayamos estudiando la sociedad que les dio vida. Una unidad de sentido, un método de trabajo, un espacio para aprender y disfrutar.


martes, 10 de julio de 2012

Estos "Vengo del Futuro" fueron twitts.

Vengo del Futuro. Es nuestro.
Vengo del Futuro. No hay ídolos.
Vengo del Futuro. No hay clases.
Vengo del futuro. Se responden preguntas.
Vengo del Futuro. No hay minas.
Vengo del Futuro. No hay Estado.
Vengo del Futuro. No hay campo ni ciudad.
Vengo del Futuro. La propiedad es un robo.
Vengo del Futuro. No hay dos sin tres.
Vengo del Futuro. No hay monogamia.
Vengo del futuro. Elvis not dead
Vengo del futuro. No hay genios.
Vengo del futuro. No hay mercado.
Vengo del futuro. Sobrevivió la cumbia colombiana.
Vengo del futuro. Los temerosos no llegaron.
Vengo del futuro. Han superado las nacionalidades.
Vengo del futuro. No se distinguen fronteras.
Vengo del futuro. Se aceptan sugerencias.
Vengo del futuro. No se necesitan patrias.
Vengo del Futuro. Los opresores ya no ironizan.
Vengo del Futuro. Todo es literatura.
Vengo del futuro. Pagaron su culpa los traidores.
...

jueves, 5 de abril de 2012

Ariel tiene siete años

Ariel tiene siete años. Es amigo de mi hija. Se conocen desde la Salita “de dos” del jardín. El hermano de Ariel murió. Ariel vive en Los Perales.  El hermano pequeño murió en 2011. Su corazón dijo basta con solo tres años de vida.

En 2011 Ariel empezó primer grado. El hermano de Ariel murió hace poco. Ariel vive en Los Perales. Es difícil sobrevivir en Los Perales. Es difícil sobrevivir a la muerte de un hermano. Es difícil empezar primer grado.

Ayer me enteré que Ariel ya no es compañero de mi hija. Repitió primer grado. Sí, la escuela le hizo perder a sus compañeros. Me dice mi hija: “Nos dijo la *Seño* que Ariel no estaba con nosotros porque le costó aprender las letras. Ariel me llamó por mi nombre en el recreo. Se ve que se acuerda de mí”. 

Hijos de puta los de la escuela. Hermoso Ariel que recuerda el nombre de de mi hija. Humano Ariel.

Ariel no aprendió bien las letras. El hermano de Ariel murió hace poco. En 2011 Ariel empezó primer grado. Ariel vive en Los Perales. Es difícil sobrevivir en Los Perales. Es difícil sobrevivir a la muerte de un hermano. Es difícil empezar primer grado. Es difícil aprender a leer y escribir. Es difícil en Los Perales.

Ariel es rubio. Vive en Los Perales. Es ágil. Va a la cancha de Chicago, siempre, aunque esté prohibido. Va a la escuela del barrio. Cruel la escuela, como Los Perales, como la cancha de Chicago prohibida.


Te cambio todos los libros escritos en la historia por tener un solo amigo de verdad. Esos que duran toda la vida. Es difícil tener amigos. Más difícil que leer y escribir. Sobre todo en Los Perales.

Ariel es bardero, pero es amigo. Inocente, inquieto. Ariel lee el mundo mejor que sus docentes. Y el mundo que Ariel lee mejor que sus docentes es mil veces más difícil y doloroso de leer que el que intentan leer sus maestras. Nadie sanciona a las maestras que no saben leer el mundo.

Crueles, ignorantes, irresponsables, inconscientes las docentes de la escuela que separaron a Ariel de sus amigos. Por no “aprender a leer  y escribir” dicen las maestras que no saben leer el mundo. Que no leen la didáctica para enseñar a leer y escribir. O la leen y no la entienden. Que no viven en Los Perales. Que, según dicen ellas mismas, no hacen nada prohibido, las muy señoritas. Ni siquiera ir a la cancha de Chicago cuando está prohibido.

Injusto, ilegítimo, ilegal, prohibido, violento e irremediable es lo que hicieron con Ariel. Los hicieron repetir primer grado. Socialmente está bien visto lo que hicieron con Ariel.

Ariel lleva vividos siete años nada más, perdió a su hermano, perdió las palabras para explicar por qué lo perdió. Y las perdió porque todos las perdimos. 


¿Las maestras saben las palabras que explican porqué el corazón de un niño de tres años dice basta? No. No las conocen, ni ellas ni los dioses modernos del hospital Garrahan.

¿Repiten de grado las maestras que no saben las palabras que explican la muerte de un niño? ¿Repiten los dioses modernos? No. Algunos son intocables, conozcan o no las palabras.

Ariel cumple años. Hoy. Siete años. Vamos a estar con él. Porque no nos importa si sabe las palabras. Lo queremos. Y eso es lo único que importa. Y querernos no está prohibido. Ni siquiera en Los Perales.


sábado, 4 de febrero de 2012

10.000 twitts

Dos años de escolaridad inicial. Siete de primaria. Cinco de secundaria. Tres de profesorado. Diecinueve años dentro de instituciones alfabetizadores. Y ninguna, nunca, me dio la chance de publicar mi palabra. De cumplir con el fin último de la cultura escrita: escribir algo con sentido para un destinatario real.
Pero las cosas han cambiado. El mismo sistema que nos educa escribiendo *nada para nadie* hoy nos da la chance de publicar. Y ahí estoy yo. Escribiendo, boludeces y disparates, pero con sentido (al menos para mí) y para alguien. Lo hice 10.000 veces. Twitter.

martes, 10 de enero de 2012

En "El Profundo sur" de Andrés Rivera, confieso que he leído.

“Roberto Bertini apuntó a un tipo bajo y rubio, joven tal vez, que corría pegado a la larga pared de una esquina. Había elegido su blanco, sin apuro, desde la caja del camión descubierto que se detuvo en esa calle de Buenos Aires, poblada de negocios judíos. Poblada, les dijeron, de judíos, de judíos y bolcheviques. De bolcheviques judíos, les dijo, con una sonrisa filosa, el hombre que gritaba tiren tire, como si le fuera algo más que la vida si ellos tiraban.
-¿Conocen, acaso, un bolchevique que no sea judío? –les preguntó el hombre de la tenue sonrisa filosa.
-¿Acaso no son la  misma cosa? –preguntó el hombre de la tenue sonrisa filosa. Y empalideció.
-¿Acaso no son los ellos los que ocuparon la ciudad? ...”

sábado, 17 de diciembre de 2011

Microhistorias del 20 de diciembre: Caminando desde Floresta hasta Congreso

Toda la noche peleando. El 19 de diciembre, a eso de las 20 hs llegó a Floresta la oleada de cacerolazos. Inmediatamente salí con mi familia y mi hija de un año a la calle. Mucha gente caminaba hacia Rivadavia. Las saludé. “En un rato vuelvo”, les dije. Me sumé a la multitud. Cuando llegamos la esquina estaba llena de autoconvocados, con carteles, golpeando todo tipo de objetos. Una imagen hermosa que no olvidaré.    Se armaban pequeñas reuniones. Recordé aquella idea leninista del tribuno. Me acerqué a un grupo de muchachos. Charlamos un rato. Les propuse que encaráramos para el centro. Que seguro la Plaza de Mayo estaba llena, que debíamos estar allá. Los rumores de represión nos animaron en el propósito de alcanzar la plaza. Decidimos prepararnos para lo que vendría llegando al centro. Vaciamos un contenedor de basura, todos con palos en las manos y encaramos por Rivadavia. La columna fue creciendo. En Flores éramos tres cuadras. Cuando llegamos a Acoyte fuimos miles. Ahí descubrimos que del Normal 4 habían sacado cientos de pupitres rotos. Nos tomamos unos minutos para terminar de desarmarlos y mejorar nuestro “armamento”. No quedó nadie sin su caño en la mano. Avanzábamos gritando, golpeando, listos para lo que fuese. De los balcones nos aplaudían, nos convidaron gaseosa y comida los vecinos que se nos acercaban.

Llegamos al Congreso. Un tiempo después vi la imagen de nuestra entrada por TV. IMPRESIONANTE. Nos recibieron con aplausos. Saltamos las vallas del congreso, golpeábamos sus enormes puertas. Ahí llegó la confusión total. Aparecieron decenas de motos negras, con dos policías vestidos de negro. Cada una disparando plomo. La desbandada fue total. Al otro día leí en el diario que en las escalinatas cayeron un par. Escapamos, y nos defendimos de la salvaje policía, toda la noche. Corríamos contramano, contraatacábamos, nos escondíamos, armábamos barricadas. Aprendíamos para la próxima vez.

A las seis de la mañana pedí una moneda y me comuniqué con mi esposa para decirle que estaba bien. Que iba para casa. Pedí más plata para el boleto y me tomé el 5 para volver al barrio. Me bañé, fui a trabajar a la escuela. Y después a seguir peleando en AV. Corrientes y 9 de julio.

Creía que todo iba a cambiar.


Dedicado al compañero Negro, que cambió mi vida ara siempre.


lunes, 24 de octubre de 2011

Las cosas claras

Uno de mis errores 
fue creer que todos éramos hermanos


Y ahora
no se le pueda cambiar el horizonte a la nostalgia
hay que olvidarse de las viejas sonrisas
y andar con el dolor a cuestas
para que sirva definitivamente


Roberto Jorge Santoro

Ingeniería Revolucionaria

         Cuando hagamos la revolución concentramos la mayoría de los recursos educativos en una nueva carrera que llamaremos Ingeniería Revo...