miércoles, 17 de agosto de 2011

Palabra y Revolución #RJSantoro*

Pensamiento, palabra y acción. Así Roberto Santoro llevó adelante su práctica revolucionaria como trabajador de la palabra, poeta y militante del P.R.T.
Si mi palabra no ayuda a cambiar la sociedad no sirve para nada” sentencia al comienzo de “No negociable”. Así construye una poesía que bucea en los conflictos de los seres humanos insertos en el proceso de la lucha de clases. Asumiendo una concepción dialéctica de la realidad. Alcanza de esa manera una indudable superación ideológica- estética. Belleza y propaganda revolucionaria. Unidas acompañan la vida del militante.
Publico acá algo de su palabra. Una selección de breves textos, de sentido contundente e inmenso, extraídos de su libro “Series”.

Teoría y práctica
hacer lo que dices
decir lo que haces

Anzuelo
la libertad
por la boca vive

Bases
basta que uno de nosotros
diga no
para que el sistema se venga abajo

Censo
somos mucho
y nos conocemos poco

Toma
sitiar  el lenguaje
y ocuparlo

Observaciones
vi
viendo

Sueldo
vivir al día
con el poema

Horario
mi palabra despierta
con
ciencia

Trabajo
hacer que la palabra
sea un hecho

Ubicación
No hay mal poeta
que dure cien años

Hombre político
el verdadero poeta
anda de boca en boca



*Hashtag en Twitter #RJSantoro

lunes, 8 de agosto de 2011

Leer y escribir, una decisión política


Los humanos escribimos desde hace 6000 años. Es la tarea intelectual más compleja que podemos realizar. Nuestra inteligencia funciona en base a nuestro lenguaje. Escribimos para dejar memoria, para informar, emocionar o protestar. Escribimos para nosotros, para nuestros seres queridos, para nuestros enemigos. Los verbos Leer y Escribir no tienen una definición unívoca. 
La relación de los hombres y las mujeres con lo escrito no está dada de una vez por todas ni ha sido siempre igual: se fue construyendo en la historia. Leer no ha tenido ni tendrá el mismo significado en el siglo XIX y en el XXI.
Lo que hoy es capaz de hacer cualquier persona que haya terminado la escuela primarias sería impensable en el antiguo Egipto. Durante siglos los reyes, emperadores y faraones fueron los únicos autorizados para ser autores. Sin embargo no sabían escribir. Para ello estaban los escribas, que tenían prohibido “inventar” un texto y solo se limitaban a copiar lo que dictaba el Soberano. Así mismo, estos copistas no sabían leer, esa tarea era reservada para los actores. Todos estos, autores, copistas y lectores fueron por tiempos interminables una ínfima minoría de la población. 
Llevó más de 5000 años de trabajo a la humanidad lograr la alfabetización universal y reunir en cada humano al autor, el copista y el lector. Si un niño de ocho años viajara a la vieja Babilonia sería considerado un semi-dios con poderes sobrenaturales por su capacidad alfabética.
Hoy, ya recorridos varios años del siglo XXI, las nuevas tecnologías nos sirven para enterrar sin honores a las viejas discusiones didácticas del siglo XIX. Ya sabemos que los copistas no son escritores, que los descifradores no leen. Ya no podemos debatir la importancia de la cursiva y/o la imprenta. Se debe aprender a escribir con dos manos sobre un teclado, punto.
La escuela tradicional propone un tipo de alfabetización mientras que la sociedad empieza a exigir otra. La democratización de la lectura y la escritura se ve acompañada de la incapacidad para hacerla efectiva. Si la escuela no alfabetiza para la vida y el trabajo ¿para qué alfabetiza?
El ejercicio pleno de la democracia es imposible mientras existan hombres y mujeres que no pasan los nivelas del mínimo deletreo y la firma. No habrá democracia real si no aumentamos el número de lectores (lectores plenos, no descifradores).

Ingeniería Revolucionaria

         Cuando hagamos la revolución concentramos la mayoría de los recursos educativos en una nueva carrera que llamaremos Ingeniería Revo...