jueves, 5 de abril de 2012

Ariel tiene siete años

Ariel tiene siete años. Es amigo de mi hija. Se conocen desde la Salita “de dos” del jardín. El hermano de Ariel murió. Ariel vive en Los Perales.  El hermano pequeño murió en 2011. Su corazón dijo basta con solo tres años de vida.

En 2011 Ariel empezó primer grado. El hermano de Ariel murió hace poco. Ariel vive en Los Perales. Es difícil sobrevivir en Los Perales. Es difícil sobrevivir a la muerte de un hermano. Es difícil empezar primer grado.

Ayer me enteré que Ariel ya no es compañero de mi hija. Repitió primer grado. Sí, la escuela le hizo perder a sus compañeros. Me dice mi hija: “Nos dijo la *Seño* que Ariel no estaba con nosotros porque le costó aprender las letras. Ariel me llamó por mi nombre en el recreo. Se ve que se acuerda de mí”. 

Hijos de puta los de la escuela. Hermoso Ariel que recuerda el nombre de de mi hija. Humano Ariel.

Ariel no aprendió bien las letras. El hermano de Ariel murió hace poco. En 2011 Ariel empezó primer grado. Ariel vive en Los Perales. Es difícil sobrevivir en Los Perales. Es difícil sobrevivir a la muerte de un hermano. Es difícil empezar primer grado. Es difícil aprender a leer y escribir. Es difícil en Los Perales.

Ariel es rubio. Vive en Los Perales. Es ágil. Va a la cancha de Chicago, siempre, aunque esté prohibido. Va a la escuela del barrio. Cruel la escuela, como Los Perales, como la cancha de Chicago prohibida.


Te cambio todos los libros escritos en la historia por tener un solo amigo de verdad. Esos que duran toda la vida. Es difícil tener amigos. Más difícil que leer y escribir. Sobre todo en Los Perales.

Ariel es bardero, pero es amigo. Inocente, inquieto. Ariel lee el mundo mejor que sus docentes. Y el mundo que Ariel lee mejor que sus docentes es mil veces más difícil y doloroso de leer que el que intentan leer sus maestras. Nadie sanciona a las maestras que no saben leer el mundo.

Crueles, ignorantes, irresponsables, inconscientes las docentes de la escuela que separaron a Ariel de sus amigos. Por no “aprender a leer  y escribir” dicen las maestras que no saben leer el mundo. Que no leen la didáctica para enseñar a leer y escribir. O la leen y no la entienden. Que no viven en Los Perales. Que, según dicen ellas mismas, no hacen nada prohibido, las muy señoritas. Ni siquiera ir a la cancha de Chicago cuando está prohibido.

Injusto, ilegítimo, ilegal, prohibido, violento e irremediable es lo que hicieron con Ariel. Los hicieron repetir primer grado. Socialmente está bien visto lo que hicieron con Ariel.

Ariel lleva vividos siete años nada más, perdió a su hermano, perdió las palabras para explicar por qué lo perdió. Y las perdió porque todos las perdimos. 


¿Las maestras saben las palabras que explican porqué el corazón de un niño de tres años dice basta? No. No las conocen, ni ellas ni los dioses modernos del hospital Garrahan.

¿Repiten de grado las maestras que no saben las palabras que explican la muerte de un niño? ¿Repiten los dioses modernos? No. Algunos son intocables, conozcan o no las palabras.

Ariel cumple años. Hoy. Siete años. Vamos a estar con él. Porque no nos importa si sabe las palabras. Lo queremos. Y eso es lo único que importa. Y querernos no está prohibido. Ni siquiera en Los Perales.


Ingeniería Revolucionaria

         Cuando hagamos la revolución concentramos la mayoría de los recursos educativos en una nueva carrera que llamaremos Ingeniería Revo...